domingo, 6 de octubre de 2013

COMIENZA SU RECOLECCIÓN







EL PIMIENTO DEL PIQUILLO PROTAGONIZA EL FIN DE SEMANA EN LODOSA



Mireia Lana ha recreado esta imagen típica de Lodosa.

El color rojo tiene protagonismo en nuestra cultura Navarra, asociado a la vestimenta de diferentes representantes sociales, culturales y deportivos, en la gastronomía tiene un espacio envidiable. El pimiento del piquillo es singular por su forma, destaca su color rojo, que le ofrece un aspecto muy apetecible y con mucho brillo. Su sabor es inigualable, habiendo conquistado el paladar y el corazón de las cocinas de casi todo el mundo. Referente estrella en la gran cocina nacional e internacional, permite hacer volar la imaginación de los mejores Chef, confeccionando platos en los que en mayor o menor medida, este delicioso fruto aporta toda su sabiduría, su sabor, a cualquier plato con el que se prepara, aportándole personalidad y esencia.


Color y brillo, esperando para ser asados.


Mucha expectación y buen día.

 Este fin de semana ha sido fantástico, el sábado con unas temperaturas envidiables, hacía disfrutar a propios y visitantes, en el Paseo. Para la ocasión se habían montado diferentes puestos con variada oferta gastronómica, para su venta. Quesos, barquillos, artesanía, pastas, pates, etc. También estaba presente la asociación Toro con soga de lodosa, vendiendo diferentes productos en torno a la figura de este hermoso animal, para conseguir fondos con los que hacer posible el Congreso Nacional del Toro con Soga que se va a realizar en la localidad en el año 2015.




Asociación toro con soga, qué buen trabajo realizan.


A la venta muchos productos.

El inconfundible olor de los pimientos recién asados, se extendía por el paseo, ayudando a su consumo en las diferentes formas en los que se elaboraban. Por parte del Mariachi el Sazal, fiel a esta cita, en la que interpretan para disfrute de todos,  alguna de las canciones de su repertorio, ofrecían dos variantes, que fueron muy bien apreciadas por su elaboración y presentación. En otros puestos había diferentes ofertas, pero todos con un mismo precio.


Chelís, integrante del Mariachi el Sazal, sirviendo con gusto y alegría.



Jonás no podía faltar con la calidad de su pimiento y su posterior asado.

Los restaurantes y bares de la villa pimentonera, tenían una oferta especial para este día. En sus menús y cartas estaba presente de manera especial este producto, tanto en los entrantes, como en el plato principal y en los postres. Magnífica la oferta, que cada año va ganando más y más adeptos a disfrutar de este día y de la buena mesa.

Roberto Martínez y Pedro Marzo, preparados para disfrutar de una buena comida en La Cueva.

Los niños se lo pasaron en grande con los globos.

Destacar la gran afluencia de visitantes, fieles a este día y a la compra en la localidad en las fábricas de conserva, de este delicioso pimiento que es un referente de nuestra cultura. Destacar la magnífica labor que los agricultores de lodosa han realizado, criando, conservando y preservando esta joya de la cocina y de la economía tanto de lodosa, como la de otros lugares, en la que tiene especial protagonismo.

Pablo posa delante del puesto de los torillos.

La Comparsa de gigantes y Cabezudos y sus gaiteros.


El pequeño de los grandes.



Los gigantes con el pimiento.

Este fin de semana, despierta en Lodosa su tradición con el pimiento, el protagonista no solo de este día, también de los que vienen detrás. De familias que han hecho su vida alrededor de este producto, que le han dado identidad y seña a una localidad y a su provincia, también a su país. De una manera de entender y de mimar un producto al que llamamos el oro rojo. Cuidado desde que se planta, para ser recolectado y asado con el cariño y el amor de toda una vida dedicada a su conservación y difusión. A su elaboración artesana, con paciencia, con mimo, con el poso que dejan los años de conocimiento. Cuando compren estos pimientos, piensen que no solo compran un gran producto, en ellos están el empeño de varias generaciones que han creído en ellos, que los ha hecho una realidad, para que ocupen el destacado espacio que ahora ocupan. Son especiales, genuinos, marcan diferencias, son como la gente de Lodosa, auténticos.



Artesanía local.


No se lo quería perder.


Oferta gastronómica variada, para su venta.










  

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