AUROROS




EL CANTO DE LA AURORA


La aurora es el canto religioso que se entona al amanecer, antes del rosario, y con el que se da comienzo a la celebración de una festividad de la Iglesia. Para varios miles de navarros, la Aurora es, además, sentida expresión de fervor, devota tradición, y como tal, seña de la identidad colectiva. Entre todas las prácticas piadosas, la aurora ha germinado y florecido en el seno del pueblo, transmitiéndose de generación en generación. La devoción del Rosario es moderna en Navarra y se desconoce cuándo nos llegó, aunque hay un auge devocional a partir del siglo XVIII a impulso del obispo don Melchor Ángel Gutiérrez Vallejo. En todo caso, el rezo del rosario va calando en el pueblo hasta convertirse en oración doméstica. A comienzos del siglo XX, el papa León XIII promovió la devoción haciéndola práctica obligatoria y dedicando el mes de octubre a la Virgen del Rosario. La posguerra civil supuso en Navarra un nuevo empuje de la aurora con numerosas y nuevas letras y partituras salidas del seminario diocesano.

El reglamento tafallés estableció en 1896 tres clases de auroras:
simples (las cotidianas de los días laborables), dobles (las de adviento, cuaresma y otras fiestas de segunda clase) y solemnes (las de las fiestas mayores). Las auroras solemnes solían requerir ensayo previo en casa de alguno de los cantores. Un elemento esencial es la campanilla que se hacía sonar antes y después del canto y rezo. El farol era imprescindible para iluminarse en el recorrido.

La aurora tradicional consta de siete versos de medida desigual: una cuarteta (decasílabos los versos primero y tercero, y de once y asonantados los pares) y una saetilla (de tres, pentasílabos el primero, asonantado con el último de once sílabas, y decasílabo el central). Dentro de este esquema, que admite muchas variantes, una aurora puede contener de una a cuatro estrofas con un mismo estribillo o saetilla. Las letras, al ser reflejo del estadio cultural del pueblo llano, por lo general son pobres en contenido y forma.

Las melodías más frecuentes de las auroras son siempre populares y, por tanto, sencillas, pegadizas y a menudo reiterativas. Las más antiguas son melodías sin sujeción a compás ni medida. Se cantaban al unísono o, como mucho, en dúo simple. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, crece la producción de auroras, al tiempo que la devoción al Rosario y empiezan a surgir, de la pluma de músicos profesionales, auroras técnicamente más elaboradas, polifónicas y con acompañamiento instrumental. En esta época, Tafalla aportó un considerable repertorio gracias a sus organistas como Ledesma, Preciado (a quien se debe la primera aurora de autor conocida dedicada a San Pedro en 1842), Gorriti, Camó, Albéniz, y otros que enviaban sus composiciones por encargo a otros muchos pueblos. Son obras escritas en compás ternario ¾ ó 9/8 en las que se advierte la influencia de la escuela musical ochocentista italiana. Hoy pueden escucharse auroras de cualquier estilo: vals, zortziko, marcha, barcarola, etc.

La forma melódica difiere según la festividad: en Navidad, de villancico; en cuaresma y difuntos, tristes; en Semana Santa, dramáticas; y en Pascua, jubilosas. Los grupos de auroras solían acompañarse de músicos, al menos en las fiestas mayores, generalmente de cuerda. Algunos grupos cantan hoy con orquesta completa que incluye cuerda, flautas, acordeón, etc.

La extracción social de los auroros, que como queda dicho era gente llana del pueblo, es la clase media, ni los ricos, ni los necesitados: labradores, ganaderos y artesanos. Esta circunstancia se advierte en la letra de muchas auroras que hacen referencia a los problemas y preocupaciones de quienes las crean y cantan.

La sociedad urbana puede hoy agradecer el despertar por el canto de la Aurora, que se halla revitalizada. Los auroros incorporan a su calendario fiestas de origen laico, como los numerosos "Día del Valle" que amanecen con su canto. Muestra evidente de la vitalidad de nuestros auroros es la fiesta y concentración anual que vienen celebrando desde 1976. En 1996 se reunieron en Azagra cerca de 4.000 auroros de 59 municipios navarros y cuatro parroquias de Pamplona. En dicha fiesta entonaron sus auroras y en la misa se unieron en un solo coro para cantar el "Himno de los auroros", cuya letra dice:
Cuando la aurora despierta y un nuevo día comienza a brillar, los auroros de Navarra a María queremos cantar.


Última fila de atrás, 2º por la izquierda,  Ángel Aramendía


Con su pañuelico amarillo al cuello, distintivo habitual de los Auroros de Lodosa, el pasado día 3 de marzo, festividad de San Emeterio y San Celedonio, se uniero a la Romería que les llevó hasta la ermita de los santos en el mismo pueblo de Lodosa. Allí los Auroros cantaron la misa, lo que le dio un colorido especial a la ceremonia. La foto recoge la presencia fìsica de cuantos estuvieron en la ermita, Instantánea que reproducimos para que se animen a ir mandando fotografías de sus actuaciones y comentarios.   





Todos los grupos artísticos y culturales de Lodosa tienen su ventana abierta a la información. Los últimos en llegar, parece que se resiten, son los Auroros, de tanta implantación en la villa.



Tenemos bonitas imágenes del grupo pero nos falta la aportación del texto, comentarios, historia, calendario de salidas, letras de las auroras, anécdotas...Lo esperamos y abrimos este portón a la esperanza.




___________________________________________



REPORTAJE PUBLICADO EL 12 DE MARZO EN EL BLOG DE LA RONDALLA DE CHIVA (VALENCIA)
El Personaje:  ÁNGEL INDA

El Ángel Inda... ardua tarea explicar su trayectoria cuanto menos inquieta. Se trata de una persona que es necesario conocer para entender todos sus menesteres, logros y hazañas que ha conseguido y que seguro seguirá consiguiendo.

Tuvimos ocasión de conocer a Ángel en el III Festival Nacional de OPP Villa de Chiva, el cual se encargó de presentar.

Por ello, aquí os dejamos con una pequeña biografía de Ángel, a falta
de hacerle una entrevista a fondo, en breve. 








De la revista "Zumo de Navarra", cuyo director era Jesús López Sanz, entresacamos este curioso recorte, que hace alusión al actual "relaciones públicas" de la Rondalla Armonía.
Ángel Inda posee una de las trayectorias más prolíficas en todo tipo de actividades. Desde sus dos discos grabados como acordeonista con la "Rondalla Bidasoa" en la Casa de los Navarros de Barcelona hasta sus títulos de entrenador de fútbol, balonmano y director de ciclismo, carnets que obtuvo en las mismas promociones de Pepe Alzate y José Miguel Echávarri. Obtuvo el Premio Nacional de Radio en 1980 y el Premio Nacional de Periodismo Cinegético en los años 1989, 1990 y 1991 como periodista de Diario de Navarra; fue fundador de la Escuela de Música de Huarte y actualmente es organista de la "Coral Virgen Blanca" de dicha localidad.


Ángel Inda con la bandurria
Durante varios años presentó el programa deportivo "Al rojo vivo" en Canal 4 y Popular Televisión con su estilo valiente e independiente.
Por su programa desfilaron personajes como Patxi Izco, Ignacio Zoco, Cuco Ciganda, Javier Aguirre, Miguel Induráin, Albeerto Undiano Mallenco, José Miguel Echávarri, Juna Carlos Unzué, Javi Martínez... con ines manenìa un fuerte pulso.


Uno de sus objetivos inmediatos es popularizar la música de plectro (púa) en Navarra hasta llevarla a las Escuelas de Música y Conservatorios como ocurre en 17 provincias españolas, algunas tan parejas como Murcia, Castellón, Logroño o Zaragoza.







"Porque la bandurria es ese ilustre y desconocido instrumento, cuando se trata del instrumento de cuerda de más alto linaje, pues pasa de los cuatro milenios de existencia, por encima del piano, violín o guitarra. La bandurria merece, está pidiendo a gritos tener una cátedra en Pamplona.
De ahí nuestro esfuerzo por elevar la categoría de estos instrumentos, antaño muy extendidos en todos los pueblos navarros."
Ángel Inda, que toca la bandurria en los "Auroros de Pamplona" y en la Rondalla "Ecos del Arga", el laúd en la "Rondalla Armonía", termina adelantando sus planes: "Estas Concentraciones de Rondallas queremos que sean un canto a la bandurria, un instrumento lleno de poesía, belleza, expresión, de delicados matices, de pasajes de ejecución con fuerza y bravura, un instrumento de concierto de primera magnitud".

En este empeño está volcada la "Rondalla Armonía", organizadora cada año en el Teatro Gayarre de una Muestra de Plectro (pulso y púa), que goza de gran aceptación, pues siempre el aforo se queda pequeño, y este año se celebra el X concentración de rondallas al cual tendremos el placer de asistir.


INICIO DE LOS AUROROS DE LODOSA
Desde la parroquia de Lodosa, la Cofradía de La Virgen De Las Angustias hace un llamamiento a la localidad para que todas las personas interesadas en participar en la creación de un grupo de Auroros, tanto con voces como con instrumentos, lo hagan saber en la sacristía antes del día doce de Febrero de 1995.
Así rezaba el cartel que se colocó por todo el pueblo de esto ya hace 17 años, durante este tiempo el grupo que allí se formó fue creciendo en número de integrantes y con mucho mimo desgranan al alba las letras de las diferentes auroras que eran creadas con mucho cariño, unas veces por Juanito Roldán y otras por Pedro Antonio Galilea, quienes nos dejaron ya hace un tiempo pero su recuerdo perdura vigente y con fuerza entre nosotros, así como el de otros tantos.
Los Auroros además de cantar tienen la virtud de apoyar y participar de manera activa en cuantas actividades y actos se organizan en la parroquia y en los actos públicos en que los requiere el Ayuntamiento.

Javier, ¿qué recuerdas de los inicios de los Auroros?- Recuerdo que era el año 1995 y que se nos invitaba a participar en la formación de un grupo de auroros, acudimos a la reunión unas quince personas y así empezó todo.



Sin lugar a dudas el principal reto al que se enfrentó el grupo de auroros durante el tiempo que llevan vigentes fue la organización de la XXVIII concentración de Auroros de Navarra el día 18 de Julio de 2004. Si le preguntan a cualquier Lodosano sobre aquel día, les dirán que fue un acontecimiento excepcional y quizás irrepetible. Nadie en el pueblo esperaba, ni pensaba que la concentración fuese de esa manera y magnitud, supuso un antes y un después para todos, la organización fue perfecta y un pueblo entero dio muestras de lo que es capaz de hacer en unión, prepararon unas mesas en las que no faltaban de nada, se puso de manifiesto la naturaleza de toda Lodosa en el recibimiento y en el trato a cuantos con tanto cariño se agasajó en ese día, fue ese cariño el que más caló entre nuestros visitantes y lo que más agradecemos en nuestras salidas. Fueron tres años de organización, de mucho esfuerzo, el Ayuntamiento cedió el bar de la Plaza de Toros durante este tiempo a los auroros y lo aprovecharon muy bien y con muy buen servicio. Pedro Antonio se las ingeniaba para hacer sorteos y cuantos malabares hicieran falta para recaudar fondos. Cuanto empeño se puso y justo fue el reconocimiento, pero de esto y más nos irá desgranando un auroro comprometido con esos momentos y que entonces era tesorero, Javier González ( "Timoto") nos acercará con sus recuerdos y vivencias desde los inicios hasta nuestros días, nos contará anécdotas de aquellos momentos que tan gran recuerdo le han dejado, es la historia de los Auroros de Lodosa que aquí con sumo gusto les cuento y que a mí me tocaron vivir en buena parte de ella.


Para quien no conoce a Javier les diré que es una persona encantadora en el trato y que si hay algo en el mundo que le guste hacer es cantar jotas y auroras, no importa cuántos días, no falta ninguno, ahora sé de buena tinta que se está haciendo nombre en el ambiente musical de Benidor, de donde ya le van reclamando que acuda con más asiduidad junto a su esposa Pili a los corrillos de canto que allí se forman y de los que es asiduo e infatigable actor.

 
¿Cómo conseguisteis aumentar el número de participantes?
- Fuimos pasando la voz a amigos, parientes, conocidos, nos funcionó bastante bien y para marzo éramos ya unos veinte, entre voces e instrumentos.
¿Quién es Sorma?
- Sor María Ángeles Marrodan era una Lodosana hija de la caridad que nos ayudo muchísimo en aquellos momentos, formó en el colegio dos grupos de jóvenes de ambos sexos que nos reforzaron en muchos aspectos.
¿Con qué aurora comenzasteis?
Para el verano de ese mismo año ya éramos cuarenta personas y decidimos preparar la aurora a la Virgen de las Angustias, Hoy es tu día Madre, con ella fuimos formándonos como cantantes, pues al principio desconocíamos la música y la melodía pero teníamos mucha ilusión y ella nos empujaba.
¿Cuál fue vuestra primera concentración?
Le hago pensar pero no falla, la primera la tuvimos en Lumbier, nos escribieron una carta invitándonos a participar en la XIX concentración de Auroros de Navarra el 8 de Agosto de ese mismo año. Fue una gran ilusión para nosotros el poder participar de la misma. Me cuenta la anécdota del viaje, divertido, estábamos tan nerviosos con los ensayos, los preparativos y demás cosas que salimos de Lodosa con el autobús de Gurrea a las cinco de la mañana, no queríamos fallar el primer día y nos presentamos allí los primeros, con hora y media de antelación.


¿Qué aprendisteis de vuestra primera experiencia?
Allí nos dimos cuenta de que éramos los novatos y que teníamos que mejorar, que teníamos que movernos para mantener el grupo vivo e ilusionado y que quizás algún día llegaríamos nosotros a organizar una concentración.
Con este recuerdo cerramos este primer capítulo de la Historia de los Auroros de Lodosa, Javier muchas gracias por contarnos estas y más cosas que tenemos en el tintero y que iremos mostrándoos en sucesivas entregas.

1 comentario:

  1. Conocí a Sor María Ángeles Marrodan en la Parroquia San Juan Bautista, en un pueblecito al sur de la República Dominicana, fue mi anarquista, amiga y quien nos dejó un legado de amor y servicio que ha sido imposible olvidar. Si queda algún familiar de ella en su muy amado y nombrado Lodosa dígale que en Dominicana habemos muchas personas que la acabamos, no la olvidamos y que la tenemos aún en nuestro corazón.
    Rogelia Isabel Vargas

    ResponderEliminar