No hay nada como cultivar
las buenas amistades y con más motivo si es Irina Kazimirskaia, directora de la
Rondalla “Los Juglares Riojanos”quien
te invita a disfrutar de un ensayo y de una buena comida en compañía de todos
ellos. Pues no me lo pensé mucho, tenía interés en conocer su método de ensayos
y su manera de desarrollarlos, puesto que con anterioridad me había comentado
algunos aspectos sobre los mismos que los hacen interesantes en su puesta en
práctica. Para ello puse camino a Agoncillo (Rioja) y de entre sus calles, hay
una, en cuya casa, de uno de los integrantes del grupo, les sirve como punto de
encuentro y de lugar de ensayos.
¡Como suena esta bandurria!
Nosotros también, le damos a la cuerda.
Laúd y guitarras.
La primera sensación que te
llevas es la de la calidez de su gente, del buen ambiente que tienen y de
cuanto disfrutan con los ensayos. ¿Pero son diferentes a los de otros grupos? En
el fondo sí, pero en las formas no, ahora os explico su planteamiento. Para
Irina es muy importante que los ensayos, además de formar y unificar a todo el
grupo, sirvan para hacer disfrutar a sus integrantes. Para ello se sirven de
alberges en donde se juntan, para disfrutar del fin de semana y organizar una
convivencia musical y humana.
Las reinas de la mandolina.
Buena cuerda de guitarras.
¿Original, no os parece? La música
sirve como punto de encuentro y como desarrollo a las relaciones entre todos sus
integrantes. Realizan los ensayos, organizan salidas, bailes, visitas y cuantas
cosas les da tiempo a realizar. Una forma diferente de entender las relaciones
y un camino de aprendizaje musical para sus integrantes, ameno y divertido. Trabajan
mucho, porque Irina es muy exigente con ellos, como pude comprobar, pero lo
hacen muy a gusto, no les importa el tiempo que hace falta, pero sí el
resultado.
Una mesa para disfrutar.
No hay nada mejor despues de un buen ensayo.
Dos voces con estilo. Carlos Miguel y Olga Saló.
Este cuarteto tiene mucho arte.
La mañana les cundió mucho,
con los ensayos, pero llegó el momento de la comida y lo que era un espacio
musical, se convirtió en un momento en un comedor con una mesa, repleta de comida,
que habían preparado entre todos los participantes. ¡Que decir! Si una cosa
estaba buena, la otra mejor, el vino que trajo Carlos, el barítono del grupo,
le daba carta de naturaleza a todo ello. Estaba todo muy bueno y lo mejor es el
buen ambiente y la alegría de la que hacen gala todos, un cafelito y un paseo
para conocer un poco más Agoncillo, fueron el punto final a este día tan
agradable. Me voy con la impresión de vuelta a casa, de lo que se puede
conseguir con vitalidad y ganas de aprender, de lo bueno que tiene la música,
enfocándola también como instrumento de convivencia. Una experiencia enriquecedora
que deseo agradecer a todos los integrantes de esta rondalla “Los juglares
Riojanos” un abrazo amigos, hasta pronto.
Los bailes acompañan a la música.
Camino le manda recuerdos a su buena amiga de Lodosa, María Carmen,
.
Como muestra del amor y el cariño que sienten por su tierra, nos interpretan Carlos Miguel (barítono) y Olga Saló (soprano) este himno a Logroño, seña de identidad del sentir de este pueblo, de sus gentes.
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