lunes, 9 de abril de 2012

SEMANA SANTA CORDOBESA

Habiéndonos instalado ya en el hotel NH amistad de Córdoba, nos dispusimos a conocer el casco antiguo y a ver las procesiones que por sus calles discurren en medio del fervor generalizado de los cordobeses, a su paso, a nadie deja indiferente, incluso al espectador más alejado de estos ritos. La Semana Santa Cordobesa sigue siendo una de las más serias y graves de cuantas se celebran en Andalucía. El marco imponente de sus calles, la belleza de sus imágenes, su barroquismo, la hace espectacular.

Aspecto de las calles.


Las cofradías son de carácter religioso, laicos son sus componentes que se reúnen con la misión principal de procesionar una imagen. Constituyen reminiscencias de las hermandades  gremiales del Medievo que se formaban al amparo de una advocación cristológica o mariana. Defendían sus intereses y también de otra, entre sus socios, realizar las funciones de socorro y ayuda mutua que la sociedad no prestaba.

Cofrades.

Aunque en la edad media ya se procesionaban imágenes, fue en el Concilio de Trento el que como reacción a la iconoclastia luterana potenció entre los católicos esta actividad piadosa.



La legión en procesión.


Nosotros teníamos el interés de ver algunas de las imágenes que tienen un valor añadido al de su antigüedad, o por su relevancia y que despiertan un entusiasmo mayor entre todos nosotros.

El rescatado, el Cristo de las Ánimas, al de Gracia conocido como el Esparraguero, a la Virgen de las Angustias nuestra patrona aquí en lodosa y que en Córdoba levanta pasiones, al Cristo de la Expiración y a la virgen de los Dolores.

A todos no pudimos ver pero lo que sí, nos impresionó y nos emocionó.



Arco por el que se arrodillan los porteadores.


El día de jueves Santo pudimos ver la salida del Cristo de la Caridad, la legión es la encargada de escoltar el paso y lo hace como es propio en ellos. Su llegada no pasa desapercibida para nadie, ritmo y velocidad trepidantes y malabares en los gastadores, banda de cornetas y tambores soberbia, solo faltaba que diese la hora de salida y la lluvia no hiciese acto de presencia y que amenazaba con suspender los actos.



Cristo de la Caridad.


Dio la hora y la imagen del Cristo de la Caridad salía a la calle para alegría y satisfacción de todos los presentes, lucía bello y muy bien engalanado, la banda entonaba en ese momento una canción que los legionarios cantaban con orgullo al Cristo, somos novios de la muerte. Entre el público lágrimas y emoción, el paso hace un alarde de aptitudes al pasar de rodillas el arco que tiene nada más salir de la Iglesia y que lo pone ya en camino procesional. Las calles están llenas y la gente arranca en un sonoro aplauso emotivo, por la habilidad que demuestran los costaleros. Qué buen hacer tienen, con qué fuerza levantan las andas, que parece que van al cielo, verles maniobrar por las estrechas calles es impresionante, escucharles dedicarnos al público su esfuerzo para que todos podamos ver las imágenes por las calles y disfrutemos de ellas te dice la pasta de la que están hechos estos hombres, no tienen precio. Hay que vivirlo señoras y señores, impresionante.



imagen de la legión.



Porteadores.


Nuestro primer día no podía ser mejor.


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